Circula sin restricciones con una Silence S02
Las restricciones de tráfico se endurecerán en un futuro inmediato. En Madrid y BCN, como en el resto de las capitales europeas, ya no se podía acceder al área central desde principios de año con vehículos contaminantes. En apenas 3 años, el resto de las ciudades tendrán por Ley planes similares.
Confiar en una moto eléctrica, ya sea para el reparto de proximidad o en el caso de los particulares para el movimiento diario, es una inversión de futuro, puesto que te asegura el libre acceso a cualquier punto del entorno metropolitano.
¿Cómo es la Silence S02 LS?
Para poderla ofrecer a un precio superajustado, lo primero que hemos hecho desde Silence es suprimir en la S02 LS todo lo innecesario. No obstante, la S02 LS mantiene todas las cualidades de la marca: economía, fiabilidad y emisiones cero. La S02 LS es una moto robusta, que conserva toda la esencia y tecnología de las motos de flotas y sharing. Además, para los clientes particulares, Silence ofrece también la posibilidad de una compra aplazada con una financiación al 0%.
La S02 LS tiene un motor limitado a 45 km/h, cosa que permite conducirla con la licencia de ciclomotor, disfrutando de una autonomía ajustada a los repartos de proximidad de corto recorrido.
El consumo es mucho menor que el de una moto de gasolina. Y es que para un recorrido de unos 100kms el precio de la carga eléctrica ronda los 60 céntimos. Eso quiere decir que gasta 10 veces menos que una moto de combustión.
Otra de las ventajas es la facilidad de carga, uno de los puntos que definen a Silence. La S02 LS tiene una batería extraíble, que puede sacarse de la moto y, con un carrito tipo trolley, ser transportada hasta cualquier enchufe doméstico. No precisa instalación para recarga.
Para los establecimientos a pie de calle, una ventaja logística importante es que fácilmente puede ser guardada en el interior de los locales, mientras se efectúa la recarga, porque es una moto extremadamente limpia, al no emitir ni humos ni gases, ni tampoco llevar ningún tipo de lubricante.
Además, la moto es muy manejable y es que será la moto de su categoría con el asiento a menor altura del suelo.
Por otra parte, no hay transmisión, ni embrague, ni cambios de aceite, por lo que el mantenimiento es prácticamente nulo. Al margen de las revisiones periódicas, solo hay que preocuparse de la sustitución de neumáticos y frenos. Dependiendo del kilometraje, el sobrecoste de la inversión respecto a una moto de gasolina puede recuperarse en un año, en virtud de los bajos costes operativos.
Finalmente, la moto está superconectada. Gracias a la aplicación Silence, el usuario puede saber en cualquier momento dónde se encuentra la moto o cuántos kilómetros lleva recorridos. También puede apagarse y ponerse en marcha sin necesidad de llave, o conocer el estado de carga de la batería. El control de la moto está siempre en la palma de la mano, utilizando un simple smartphone.
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